UNA PARTÍCULA DE LA VERDAD.



El diablo y uno de sus acólitos habían venido a la Tierra a dar un paseo y ver cómo se iban desenvolviendo las cosas. Iban de aquí para allá, haciendo turismo y disfrutando de los hermosos parajes. Pero, de súbito, muy alarmado, el acólito del diablo, exclamó:
   —¡Alerta, señor! ¡Allí hay una partícula de la verdad!
   El diablo se encogió tranquilamente de hombros, indiferente, para decir:
   —No te preocupes en absoluto, querido amigo mío, porque ya se encargarán de institucionalizarla.
   Y el diablo y su acólito siguieron paseando apaciblemente.



Comentarios

Entradas populares de este blog

CUANDO VEO A DOS BESÁNDOSE...

Muchachas solteronas.