LUNES DE PSICÓLOGO.



Entro y le escupo en la cara y un poco en la camisa y enseguida le cuento que a los doce años un hombre peludo se puso de rodillas sollozando al pie de la redonda cama de mi madre y que las gallinas en mi infancia ponían huevos de madera a lo largo de la noche y que la jauría de enanos de la servidumbre me daba besos de azufre y que la escuela casi siempre se extraviaba y que mi padre era psiquiatra y que todos le escupían en la cara.



Comentarios

Entradas populares de este blog

CUANDO VEO A DOS BESÁNDOSE...

Muchachas solteronas.