ECOSISTEMA DE DESAMOR.



Corto mis venas con su hoja de afeitar y espero pacientemente en la bañera hasta que mi cuerpo se licua por completo en sangre, escapo por el sumidero, y avanzo por unos intestinos de plomo que me vomitan al mar convirtiéndome en un pasto marino que hace las delicias de una langosta que se topa con un pulpo hambriento que es devorado por una morena que captura un pescador que me conduce a una lonja donde me compra un cocinero que me guisa en cazuela de arroz para dos comensales, una mitad para ti, la otra mitad para tu amante.



Comentarios

Entradas populares de este blog

CUANDO VEO A DOS BESÁNDOSE...

Muchachas solteronas.