Poema nocturno.


No hay nada que temer, 
es sólo el viento 
que ahora sopla hacia el este, es sólo 
tu padre..........el trueno 
tu madre..........la lluvia 
En este país de agua 
con su luna ocre y húmeda como un champiñón, 
sus muñones ahogados y sus pájaros largos 
que nadan, donde crece el musgo 
por todo el tronco de los árboles 
y tu sombra no es tu sombra 
sino un reflejo, 
tus padres verdaderos desaparecen 
al bajar la cortina 
y quedamos los otros, 
los sumergidos del lago 
con nuestras cabezas de oscuridad 
de pie ahora y en silencio junto a tu cama... 
Venimos a arroparte 
con lana roja, 
con nuestras lágrimas y susurros distantes. 
Te meces en los brazos de la lluvia, 
el arca fría de tu sueño, 
mientras aguardamos, tu padre 
y madre nocturnos, 
con las manos heladas y una linterna muerta, 
sabiendo que somos solamente 
las sombras vacilantes que proyecta 
una vela, en este eco 
que oirás veinte años más tarde. 

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