Isla antropófaga.


Cada vez es más costoso escapar de tu apetito obsceno, de tu hambre indecente...
.......... Vuelvo con el alma mordida, con los recuerdos sangrando allí donde tú, acechante y despiadada, clavas los dientes hasta llegar a la médula de la memoria: no perdonas mi abandono. Como una amante despechada muestras de golpe toda tu belleza, pero sabes que yo rastreo entre el azul perfecto de tu mar, en el fondo de tus joyas de lava. Sabes que, como un lobo, olfateo en tu luz magnífica y no puedes esconder ese tufo a cadáver, a tiempo muerto, que me hace huir de ti, despavorida.

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