La pipa del poeta.




Soy nodriza de un poeta,

su Pipa, y: duermo a su Bestia.

Cuando sus tuertas quimeras
se le agolpan en la frente,
humeo… Y así no ve
telarañas en su bóveda.

… Le construyo un cielo, nubes,
mar, desierto y espejismos;
-Allí su ojo muerto yerra…

Cree entre la nube densa,
reconocer una sombra.
-Siento que muerde mi tubo…

-¡Libera otro torbellino
su alma, su argolla, su vida!
… siento que me apago. -Él duerme-

-Duerme: se calmó la Bestia,
Teje hasta el final tu sueño…
¡Querido!... el humo lo es todo,
-Si es cierto que todo es humo…

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