Tentación.

Afuera llueve; cae pesadamente
el agua que las gentes esquivan bajo abierto paraguas.

Al verlos enfilados se acaba mi sosiego, me pesan las paredes
y me seduce el riego sobre la espalda libre.
Mi antecesor, el hombre que habitaba cavernas desprovisto de nombre,
se ha venido esta noche a tentarme sin duda, porque, casta y desnuda,
me iría por los campos bajo la lluvia fina, la cabellera alada como una golondrina.


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