Epígrafe para un libro condenado.

Lector apacible y bucólico,
ingenuo y sobrio hombre de bien,
tira este libro saturniano,
melancólico y orgiástico.
Si no cursaste tu retórica
con Satán, el decano astuto,
¡Tíralo! nada entenderás
o me juzgarás histérico.
Mas si de hechizos a salvo,
tu mirar tienta el abismo,
léeme y sabrás amarme;

Alma curiosa que padeces
y en pos vas de tu paraíso,
¡Compadéceme!... ¡O te maldigo!

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